ACERCA DE NOSOTROS
En Martín de la Leona llevamos desde 1985 haciendo de la pastelería tradicional y artesana nuestra forma de vida. Más de un siglo en los paladares de Membrilla y su comarca. Un negocio familiar, apuntalado sobre la premisa "cuanto más fiesta, más trabajo", con las satisfacciones pero también con los sacrificios que ello conlleva.
EL ORIGEN
La Confitería Martín de la Leona, que en un principio no se llamaba así, dio sus primeros pasos allá por el final del siglo XIX de la mano de María Alfonsa López Villalta. Incialmente estaba ubicada en la calle Mayor de Membrilla y luego se trasladó a la actual calle Marmaria 3, donde permanece desde entonces.
Una de sus hijas, María Josefa Morales y su marido, José María Martín de la Leona fueron quienes siguieron con el negocio. Ella enviudó joven, pero muchos de sus hijos le ayudaron con el negocio. Uno de ellos, José Martín de la Leona Morales junto con su mujer María Menchén Bellón se hicieron cargo de La Confitería, si bien los hermanos de José seguían vinculados con la misma.
Conocida desde siempre como "La Confitería" pasaría a adquirir su actual nombre completo al constituirse como S.L. Desde entonces "La Confitería" ha pasado de generación en generación como empresa familiar hasta hoy.
EQUIPO
José y María, ubicaron el antiguo obrador en un sitio diferente (dentro de la misma casa) y poco a poco cambiaron hornos de leña por otros eléctricos e incorporaron, con la ayuda de sus hijos, material más moderno como cámaras frigoríficas.
Con la posibilidad del refrigerado entran, de la mano de José María y Miguel Ángel Martín de la Leona (hijos de José y María) los dulces de pastelería basados en la nata, nuevos sabores y productos duplicando el surtido que esta casa puede ofrecer.
En la actualidad Miguel Ángel y José María, junto con seis empleados más y con la inestimable ayuda de sus mujeres trabajan para ofrecer lo mejor día a día.
Especializados en ofrecerte productos 100% naturales, siguiendo las mismas técnicas y el mimo de toda la vida. Procuramos ofrecerte los sabores del recuerdo y también los actuales, sin conservantes ni aditivos.
